la radio loca

sábado, 22 de mayo de 2010

HUMO Y ESPEJOS: TIPS PARA FABRICAR REALIDADES

Ayer me levanté temprano. Muy, para mi gusto. Tarde, para le gusto del profesor de Matemática II, al igual que 180 caras somnolientas que giraron sus cabezas en cuanto cerré la puerta del aula. Temprano, considerando que me quedé dibujando toda la noche y llevaba dormidas 3 horas (ese chiste de un mínimo de 6 horas de sueño ya no hace gracia)… pero me estoy adelantando a los acontecimientos.

Ayer me levanté temprano. Muy, para mi gusto. El sol, cruel pero vital amigo del ser humano (como ese hermano mayor que te sopapea ‘para que aprendas’) no se compadeció de un pobre joven fatigado de quemarse las pestañas (si, tuve complicaciones con el calefón, pero ya volvieron a crecer) en una noche de pre-entrega, mientras a su espalda la tele pasaba sus series favoritas. No, le chupó un huevo y la mitad del otro al sol ese, y s e aprovechó de que no puse la cortina en la ventana para castigar mis córneas con los rayos de la mañana. Y bue, que se le va a hacer, arriba pibe. Puta, otra vez m e dormí vestido, tengo la r emera de bufanda. La cosa es que me levanto, tiro la ropa que doblo y acomodo al pie de la cama cada noche, busco las medias, me pongo las zapas, me saco las zapas y me pongo las medias. Camino, tropiezo con el banquito, me aseo, me rasco, cafecito y el morral al hombro. Por ultimo, me pongo las zapas.

Antes de salir, miro por la ventana; empañada, no me muestra un panorama muy lindo de la calle. Estamos en mayo, un mayo que se viene fresquito, ya es tiempo de las botas peludas, guantes, gorritos, sobretodos, sobre-sobretodos, orejeras (para que!) y vacunas para la gripe. Salgo medianamente abrigadito, tampoco la pavada, un verano trabajando en gastronomía me dejó esa capa de grasita térmica producto de noches de mila de ternera y papas fritas. Un par de cuadras antes de llegar a la facultad me doy cuenta, al sentir los rayos del sol, que mirar para afuera fue casi una estupidez. Hoy toca madrugada fría pero mañana calentita, asi que fuera el gorrito, los guantes, la campera, el sueter y la remera manga larga. 4 kilos de ropa al pedo que hacen q parezca que llevo un chancho (chico) adentro del morral.


El ser humano siempre se dejó llevar, directa o indirectamente, por las acciones de otros. A pesar de todas esas giladas sobre las decisiones individuales, que uno es dueño de su destino, del poder de elegir y eso, nuestras acciones más radicales e improvisadas son en realidad respuestas a estímulos que no concebimos como tales. Si hubiera pensado por mi mismo, no me llevo la campera. Ni el gorrito, ni los guantes, ni me pongo la vacuna contra la gripe ni el barbijo ni el alcohol en gel que te sale una fortuna cuando solo es alcohol. Somos pobres ilusos que pensamos que la realidad es eso que vemos por la ventana, aunque olvidándonos de un detalle muy importante, el de la ventana misma. Aunque transparente, no nos muestra lo que pasa; podemos ver hacia afuera, pero no podemos escuchar el suave trinar de los gorriones, ni respirar el fresco aire mañanero, ni el aroma de las flores de jacarandá… por supuesto, estas sensaciones no se captan, porque a demás de estar tras la ventana del depto, este se encuentra en La Plata, lo que no es precisamente un paisaje idílico. Ustedes entienden.

Pero volvamos al tema del fresquito. Mientras estoy escribiendo este post tengo la tele prendida en National Grographic (o NatGeo, como quieran). Hace una semana, más o menos, se me ocurrió ver un poco de noticias, para ver qué onda, como le va al mundo. Francamente, no pasó mucho tiempo para que cambie de canal, apague la tele, la desenchufe y me tape hasta las cejas. Vieron como es eso de las noticias, que te amargan la vida, junto a los programas de chimentos que te hacen reir. A mi me pasa el efecto contrario; no voy a mencionar canales, pero son esos en los cuales uno agradece al control remoto por el botón de “eliminar canal”. Tanto circo que uno sabe que es inventado, hasta que el conductor te dice que es inventado y entonces, por llevar la contra, uno se cree que algo de real tiene que tener. Digo, si el trabajo de un actor es imitar emociones, lo tiene que hacer de tal manera que todos nos creamos el show, no? Digo, por algo dicen que son actrices, no? Los canales que se fueron de a poco transformando en complejas bolsas de gatos (más el conductor), son un ejemplo de cómo se manipula un conjunto de situaciones, de manera que los entreveros y viriviris (vi-ri-vi-ris) de las vedettes generan una constante necesidad de “y en qué termina todo esto”. Y lo veremos en el próximo programa, y asi te clavan per secula seculorum.

El otro ejemplo por antonomasia es el de los canales informativos. Una cosa extrañamente graciosa es que las empresas de cable te ponen a los informativos uno después del otro, lo que hace que frente a un acontecimiento digno de mención en los medios, uno puede contemplar maravillado cómo el mismo dato se va distorsionando dependiendo de qué lado del charco este el dueño del canal. A veces cambiando una (o varias) palabras, a veces buscándole el sentido opuesto a una frase que fue pronunciada sin sentido alguno (creo que se le dice ‘sacar de contexto’, no se), a veces omitiendo hechos enteros. Y ni que hablar de los que inventan. Nos lo hacen pasar como su propio punto de vista, pero realmente nos crean una realidad paralela con algunos hechos que si sabemos que son ciertos, algo así como la Matrix, pero nadie hace “la Matrix” porque sino nos daríamos cuenta y ahí si se arma la podrida.

Y así, la verdad se transforma en un arma. Silenciosa, porque no nos damos cuenta hasta que salimos a la calle y la verdad nos pega 2 corchasos en el pecho, pero nadie menciona el 2. Legal, porque nadie va preso por manipular la verdad, ya que el Art. 136 (y medio) del Código Penal establece que el falso testimonio es, en esencia, una “mentirita blanca”. Es un negocio, porque todo el mundo sabe cuánto sale inventar una noticia, y lo que es peor, qué medio te cobra más barato. Y además se transforma en arte, porque la onda ahora es competir por quién miente mejor.

Pero bueno, tampoco hay que echarle la culpa a los medios. SI NO PASA NADA INTERESANTE, DE ALGO TIENEN QUE VIVIR. Si vamos al esquema del camino de una noticia periodística, tenemos lo siguiente:

1)_ Juan se tira a un pozo. (Hecho)

2)_ La agencia de noticias llega al pozo, para comprobar el hecho.
a)_ si se lo ve a Juan al fondo del pozo, no hay nada que hacerle, se vende asi.
b)_ si no se lo ve, entra en juego el campo de la especulación, y especular con una noticia es oro en papel. Ahí “la guitarrea” el cronista, corresponsal, o como se llame, independientemente del instrumento que toque.

3)_ el canal recibe la información, casi en blanco todavía: “Juan está adentro de un pozo. Causa desconocida, datos de Juan desconocidos”. El periodista reconoce la veta explotable, y utiliza sus “dedos mágicos” para retocar la información, dependiendo del canal, de la situación política, del sueldo que cobre, etcétera, etcétera, etcé.


El producto final va variando, según el medio, a saber:

CANAL OFICIALISTA: “Alguien se tiró a un pozo”. (por las dudas no dan nombres, a ver si se les vuelve en contra).

CANAL OPOSITOR: “Anoche, el Sr. Juan Perez, sindicalista del gremio de verduleros y un gran activista en contra de este… gobierno, fue tirado a un pozo. Se sospecha de ciertos punteros..” bla, bla, bla. (tengan en cuenta cómo el “se tira” cambia a “fue tirado” el poder de redacción a la hora de bardear es sensacional, no creen? Y no hablo solo por mi).

CANAL AMARILLISTA ‘CLASE B’: “Uuuultimo momennnto. Tipo se tira a un pozo en Capital; es el cuarto en tirarse al pozo en la ultima semana. Colapso de pozos a la hora de tirarse. AMPLIAREMOS.” (el mismo repetido una y otra vez cada, mas o menos, 20 o 25 minutos, mientras lo van mechando con la lotería y otras yerbas, hasta terminar la programación. Y eso si no lo presentan Carozo y Narizota!).

CANAL OFICIALISTA (al dia siguiente): “Estuvimos con la familia del Sr. Juan, el cual se apellidaba Dominguez ( y al lado, en pantalla dividida, la nota del canal opositor, mientras un par de monos se rien). La Sra. Presidenta de los Argentinos (o el político carilindo de turno) firmará un decreto que otorgará subsidios a los verduleros, además de anunciar la invitación para la flia. del damnificado a un almuerzo en la Casa Rosada” (Claro, todo esto un día después de que la noticia fuera eso, una noticia. En 24 horas cualquiera prepara una defensa!)

Por supuesto, el mundo, frente a este mejunje (de nuevo: me-jun-je) de nuevas informaciones, organiza una marcha apoyando al gremio de verduleros, reclamando que desde la Dictadura que no se tapan los pozos que hay en el país. Y va la gente a Plaza de Mayo a cenar balas de goma y lacrimógeno. Del otro lado dicen que son los opositores los que cavan los pozos que hay en el país, y que vamos a salir adelante si estamos todos juntos y confiamos en las decisiones del Gobierno, y que los Dominguez (que jamás fueron a la Rosada) trabajan con tal o cual, por lo que para el mundo los hijos de los hijos de Juan ahora son traficantes o tienen departamentos no declarados. Y aparece una “rama del gremio de verduleros” a apoyar al Gobierno, aunque en realidad son camioneros que vinieron por el chori, manejados por un supuesto primo de Juan. Y otra vez todos a Plaza de Mayo a cenar el mismo menú de balas de goma y lacrimógeno.


Y así, Plaza de Mayo se transforma en el Coliseo criollo, y el subsidio a los verduleros o nunca salió o el cheque grandote de cartón se lo encanutó un puntero a la altura del peaje de la Ruta 2, y a todo esto Juan Dominguez, quien sabe Dios si existió, está revolcándose en su tumba o paseándose por Europa con otros treinta mil de los nuestros. Y todo termina en un remolino vertiginoso de caos y balas de goma y lacrimógenos que al final es todo parte del show, pero que igual me da material de sobra para mi post. Pero solo por un ratito, porque para ver todo esto es mas divertido el noticiero de algún dibujo animado, y cuando el mundo se este cayendo a pedazos ya me voy a dar cuenta. Mirando por la ventana abierta.

Epílogo. En estos tiempos de Bicentenario, en los que ya no se enseña en las escuelas que a Mariano Moreno le dieron sandía con vino camino de Europa, sólo por sus ideas revolucionarias (por ‘zurdito, como quien dice), o que la leche llega al super valiendo 4 pesos cuando la vaca es la misma que cuando valía uno con ochenta (lo que importa es que el agua que se le agrega es de mejor calidad, viste), me gusta despedirme con una frase que un vendedor me dijo una vez: “lo que marca la diferencia no es el hecho, sino la historia que se le crea por atrás a la hora de contarlo”.